domingo, 27 de junio de 2010

La ciudad perdida de Mellaria

Sin lugar a dudas, toda la Cádiz romana se encuentra documentada con bastante exactitud, al viaje de Rufo Festo Avieno, se le añaden otras muchas descripciones. Entre ellas, el Itinerario Antonino de Antonio Augusto Caracalla, supuestamente escrito en el siglo III pero del que sólo se conserva la copia de la época de Diocleciano. Hace alusión a varias ciudades de la ruta entre Malaka (Málaga) y Gadir (Cádiz), una de las cuales, Mellaria, aún no ha sido exactamente localizada.
El Itinerario Antonino nos habla que entre las ciudades de Calpe Carteian (Carteya), y Belone Claudia (Baelo Claudia), se encontraban de este a oeste, las ciudades de Portus Albus y Mellaria.
Portus Albus es el nombre de una mansión situada a 6 millas de Carteia y a 12 de Mellaria. Puede identificarse con un pequeño puerto situado en la desembocadura del rio Palmones donde se han localizado restos de salinas y un pequeño complejo industrial para la fabricación de ánforas. Posiblemente este lugar era un enclave industrial que surtía de materiales a las fábricas de salazones de Lulia Traducta, la actual Algeciras, y Caetaria (Getares).
Por otra parte, el Anónimo de Rávena (Ravennatis Anonymi Cosmographia), escrito por un anónimo cosmógrafo hacia el año 670, y que manejaba documentación de los siglos II y III indica que en la misma ruta, entre Carteia y Baelo Claudia, estaban las ciudades de Traducta (Algeciras), Caetaria (Getaria) y Mellaria.
Caetaria, descrita por Ptolomeo en el siglo II se encuentra en las inmediaciones del llamado Rio de la Miel, junto a Algeciras y se ubica en la actual Torre del Lobo, del siglo I. El Nombre de Caetaria deriva de la raíz griega kethos que significa cetaceo, atún o monstruo marino. Caetaria fue un importante enclave dedicado a la pesca del atún y la fabricación del garum.
Todos los enclaves descritos por el Itinerario Antonino y el Anónimo de Rávena están perfectamente localizados y documentados, excepto Mellaria.
Ocurre que la egemonía social y económica de la gran urbe de Baelo Claudia, eclipsaba a las demás ciudades de esta época de la fachada atlántica del sur de la actual provincia de Cádiz.
Las localizaciones que se han propuesto para la ubicación de la esquiva ciudad de Mellaria son, la desembocadura del Rio del Valle, el estuario del Rio Jara y la actual ciudad de Tarifa. Todos estos enclaves están situados en el pequeño tramo de costa entre Tarifa y la duna de Valdevaqueros. Pero la realidad es que la continuidad entre los yacimientos púnicos de la isla de Tarifa y los posteriores visigodos, hacen que sea Tarifa, la más firme candidata a albergar en su subsuelo las ruinas de la antigua ciudad de Mellaria.
La zona que fue progresivamente abandonada a partir del siglo IV, al parecer por un terremoto acaecido en la época, es citada con posterioridad, tanto Baelo como Mellaria, como puerto de embarque para los Vándalos que desde Hispania fueron a África. Mellaria (Tarifa), parece haber sido asentemiento visigodo y bizantino ya en el siglo VII a tenor de unas inscripciones descubiertas en el subsuelo del Castillo de los Guzmanes. Los restos (tumbas de tipo cista, tégulas y ánforas), aparecidos en el actual enclave tarifeño de Casa de Porros (junto al Rio del Valle), confirman también la presencia romana en este lugar en los siglos I al V.
Esta ciudad que parece haber estado poblada con más o menos continuidad desde hace más de 10.000 años en el paleolítico superior (Cueva del Moro), ha pasado por muchas culturas y cada una le legó un nombre. Quizá Mellaria fuera uno de ellos allá por el siglo III. Tarifa hoy debe su nombre al árabe Al-Yazirat Tarif (Isla de Tarif), Tarif era un comandante expedicionaro de Tarik, el que inció la conquista árabe de la península allá por el año 710.
Como curiosidad, citar que existe otra ciudad con el nombre de Mellaria en la Córdoba romana y que el nombre “Mellaria” hace referencia a la variedad y exquisitez de sus mieles.

miércoles, 23 de junio de 2010

Sonrie, ha llegado el verano

El verano ha llegado y las terrazas se llenan. A la reina rubia se le une su consorte veraniego. Los inventos españoles son conocidos por su eficiencia, el chupa-chups, la fregona, el búcaro y el tinto de verano.
Mucho hielo, 1/2 rodaja de limón, 1/3 de tinto y 2/3 de gaseosa, mezclado, no agitado. Los tintos nacionales de tercera regional toman el mando. Casi sin calorías, mínimamente espumoso, ligeramente alcohólico y extremadamente refrescante es el aperitivo ideal para combatir las altas temperaturas que se avecinan. Solo o acompañado de unas tapas se erige sobre las mesas de las terrazas para hacernos más llevadero el verano.

domingo, 20 de junio de 2010

Ortiguilla

De las muchas delicadezas que uno se puede llevar a la boca, este curioso animal es una de las más exquisitas. La Anemonia sulcata, es decir, la ortiguilla de mar, se prepara deliciosa en muchos restaurantes de Cádiz. Al ver esta anémona marina bajo el agua con esos tentáculos verdes que además son urticantes, echa a más de uno para atrás, pero es mejor acercarsele, en el plato, claro.